sábado, 1 de noviembre de 2014

Día 30

Día 30         
Jueves 5 de Diciembre
/*/*/*/*De día/*/*/*
Casi no he podido dormir toda la noche, me sentía confundida y destrozada. Quiero saber más, necesito todos los detalles para poder entender esta historia.
Llamé a Zigmund muy temprano, el aceptó venir a contarme todo lo que averiguó más tarde.
La hora del desayuno llegó y tuve que enfrentarme a Chase.
—¡Meg!— vino sobre mí tratando de envolverme en sus brazos.
—No por favor, ya no podemos hacer esto.
—¡No puedes creerle a Zigmund!

—¿No tienes ni un poquito de duda? Es la única razón por la cual tu madre me traería aquí sin darte más detalles.
—No Meg, mi madre no era así ella nunca haría algo tan bajo.
—Lo siento, yo no puedo continuar con esto…
Los gemelos llegaron por mí y salí de casa rápidamente. Fue muy extraño no despedirme de Chase con el habitual beso tierno y que me deseara un buen día. Todo fue tan raro pero tendría que acostumbrarme a ello de ahora en adelante.
Les conté todo a los gemelos, tal vez no debí pero tenía la necesidad de contarle a alguien todo este drama y desahogarme un poco.
—¡Increíble! ¡Ahora entiendo todo!— exclamó Andy desde el asiento de atrás de la camioneta.
—No, esto está muy raro. ¿Por qué Zigmund está tan interesado en averiguar esto? Es extraño— agregó Thomas.
—No te preocupes Meg, de pocos te acostumbraras a esta nueva vida. Estaremos contigo— dijo Andy mientras me acariciaba un hombro tratando de hacerme sentir cómoda.
No creo que algún día pueda acostumbrarme a esto.
La mañana pasó lentamente, no logré concentrarme por completo en las clases, me gané varios regaños de los maestros.
La maestra Durand está un poco molesta también, esperaba que para hoy haya avanzado un poco más pero me fue imposible anoche.
—Meg, no permitas que los problemas te detengan. Úsalos cómo tu aliado para seguir escribiendo.
Fue lo que dijo, pero no comprendo como mi drama familiar podría ayudarme a escribir una historia completamente diferente.

/*/*/*/*luego del trabajo/*/*/*
Stella y Kyle se dieron cuenta de lo mucho que me costaba concentrarme y me ayudaron varias veces en el trabajo, estaba tan distraída que di mal algunos cambios y aparentemente se notaba en mi rostro que nada estaba bien a mí alrededor.
Salí de la panadería y me sorprendió ver a Thomas y no a Chase esperándome ahí afuera.
Abordé su camioneta y lentamente nos dirigimos a casa.
—Esta historia no me convence del todo, qué más quisiera que fuera verdad así podría consolarte y ganar un poco de tu corazón, pero no. Estoy cien por ciento seguro que Zigmund miente, por favor se cuidadosa al escuchar lo que tenga que decirte, analiza bien todo. ¿Me lo prometes?
Asentí.
—Sabes que pase lo que pase estaré aquí para ti.

/*/*/*/*Zigmund  llegó/*/*/*
Chase no estaba en casa, dejó una nota sobre el refrigerador. Al parecer le había salido otro trabajo de modelo, bien por él.

Zig llegó. Tomamos asiento en la sala y el empezó a contar mi historia.
—Mira, cuando Madame estuvo en medio del rodaje de “paraíso terrenal” estuvo rodeada de muchos extras y demasiada presión. Su esposo Víctor Marshall estaba a kilómetros de ella cuidando al pequeño Chase. Fue entonces que madame cedió a la presión y tuvo un romance con tu padre, Gustav Adams,  quien era parte de los extras de la película. No midió las consecuencias y bueno quedó embarazada, el rodaje terminó justo a tiempo antes de que su embarazo fuera notorio. Pero todo sería muy complicado con la prensa sobre ella, su marido enterándose de la infidelidad, todo sería un caos.  Así que  Gustav y Madame llegaron a un acuerdo y luego de tu nacimiento ella te entregaría a él junto con una gran suma de dinero para tus gastos. Gustav no pudo rechazar el dinero y aceptó la oferta. Volvió a su ciudad de origen donde al poco tiempo conoció a tu madre falsa, Katherine, se casaron y bueno ella pasó a ser tu madre.
Madame enviaba a Gustav secretamente dinero para tus gastos y Gustav le enviaba fotos para que vea lo rápido que crecías.

No pude evitar llorar ¿Esta era mi verdadera historia? Mamá y papá parecían tan normales, mamá me quería mucho, no puedo creer que no fuera su hija real. Incluso muchas veces mi papá bromeaba diciendo que me parecía mucho a mi madre, mentiras.  
Ahora más que nunca quisiera huir de esta mansión, dejar todas las mentiras atrás y empezar una nueva vida. Pero si todo lo que Zigmund dice es verdad no puedo dejar la mansión no ahora que está en terribles condiciones, tendría que hacerlo por madame, mi madre.

—Meg, sé que no es oportuno pero tengo una oferta para ti. Sé lo mucho que necesitas dinero para solventar los gastos que demanda tener una mansión y tu trabajo en la panadería no te sirve de mucho.
—¿Qué propones?
—Cásate conmigo.
—¡¿Qué?!
—Sí, será un matrimonio arreglado de solo un año y yo me encargaré de darte todo el dinero necesario para que este lugar vuelva a ser el mismo de antes. Sólo necesito tu firma y listo.
—No, simplemente no. No puedo casarme con alguien sólo por dinero además apenas tengo 18! Me gustaría casarme con alguien a quien ame de verdad.
—¿Chase? No puedes casarte con él y tienes que hacerte la idea.
Zig tenía razón, me lo pensé un par de minutos. Cuanto más podría soportar trabajando sin ganar suficiente dinero, sin tiempo para realizar todas mis tareas de la escuela, con Chase pasando mil incomodidades. Esta no es la vida  a la que él está acostumbrado,  es muy infeliz y sé que no lo dice porque no quiere preocuparme pero la situación no puede seguir así. Y si no puedo tener a Chase que más da.
—Sabes, acepto. Me casaré contigo Zig.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Deja un comentario sobre este post :)